Por: Maria Fernanda Riveros Sanchez
“El lenguaje es el medio de interpretar y regular la cultura. La interpretación y negociación comienzan en el momento en que el niño entra en la escena humana. Es en este período de interpretación y negociación cuando se realiza la adquisición del lenguaje.”
(Brunner, 1990, pág. 24)
En primera instancia se debe hablar del personaje que impulso este tema en los años setenta en la competencia comunicativa, en palabras de (Hymes, 1971) se relaciona con saber «cuándo hablar, cuándo no, y de qué hablar, con quién, cuándo, dónde, en qué forma»; es decir, se trata de la capacidad de formar enunciados que no solo sean gramaticalmente correctos, sino, también socialmente apropiados. Este autor trata de integrar la competencia lingüística, la teoría de la comunicación y el uso adecuado de la lengua, al fomentar el buen uso de la lengua.
Las competencias se han definido en los últimos años como: “La capacidad o conjunto de capacidades que incluye el conocimiento y el uso del mismo”. En síntesis, la competencia comunicativa se define como: La competencia discursiva es la capacidad de una persona para comunicarse de manera eficaz y adecuada en una lengua. Por ello quienes han tenido un buen desarrollo competencial, pueden expresarse de manera clara: su conocimiento, emociones, ideas…; además de la interpretación de mensajes y mantener un diálogo argumentativo.
La competencia comunicativa engloba los conocimientos, las competencias y los procedimientos necesarios para interactuar satisfactoriamente a nivel social en los diferentes contextos sociales en los que se mueve el niño (familia, amigos, escuela…). Es muy importante trabajar la competencia comunicativa a lo largo de toda la Educación Primaria (6 a 12 años). Teniendo en cuenta que la competencia comunicativa incluye tanto habilidades lingüísticas como un conocimiento del mundo. (Mentelex, 2015).
Es esencial que su aprendizaje se produzca desde una perspectiva integrada. Desde esta perspectiva integradora, debe ser trabajada a la vez que el niño empieza a tener contacto a nivel práctico con el mundo que le rodea.
En la educación actual, las competencias se han convertido en un eje fundamental, por lo cual es importante mencionarlas y fortalecerlas desde el grado preescolar. “Educar para el desarrollo de competencias es permitir la construcción de conocimientos, la participación activa y responsable de los alumnos, la creación colectiva de deberes, significados y realidades, y de un ser humano que se desarrolla como tal a través del encuentro con el otro y con la cultura” (Almanza, 2008).
Fomenta e incentiva el hablar, escribir y escuchar, desde varios campos formativos como un nuevo integrador en el aprendizaje de los estudiantes. Seguimos en busca de un mejor mundo.